19 de noviembre del 2014.- Triviario Tapatío. Historia Universal de Guadalajara en 760 + 1 Golosinas Intelectuales, así, como nombre determinante del libro que coordina Alberto García Ruvalbaca y que presentó ayer su segunda edición, en el Museo de Arte de Zapopan, con el cobijo de la editorial Tedium Vitae.
La serie de textos, porque así funciona, invitan al lector a comenzar un viaje en el pasado de Guadalajara desde su fundación. 1542 y cinco siglos después, desmesuran aconteceres históricos que representaron un reto para las plumas conjugadas en las páginas, y no precisamente por tratar de entender aquello que no vivimos pero se queda en registros, sino por trasformar e interpretar palabras que sean digeribles y de fácil acceso para el lector. Así, como “el niño perdido y hallado en el templo”, las costumbres perdidas se leen en los textos. Acuñado a personajes, tragedias, vivencias e incertidumbres.
¿Autores? No los suficientes pero sí los necesarios. Por nombrar a algunos, sin despreciar el trabajo de los demás, están Adolfo Ochoa, el mismo Alberto García Ruvalcaba, Álvaro González de Mendoza, Angélica Íñiguez, Carlos Enrique Orozco, Carlos Fernando Rosas Espinoza, Cecilia López, Hugo Torres Salazar, Jis, Jesús Nájar, Juan José Doñán, Madú Díaz Muñoz, Mariana V. Gómez, María Yépiz, Mónica del Arenal, Nuria Blanchart y Sergio Ortiz.
Primera publicación de la evolutiva Tedium Vitae, antes revista ahora editorial. Nos enmarca, propone, detalla y sumerge a conocer por qué tapatío, La Generalda –que comprendamos el libro adopta más allá de Guadalajara la Zona Metropolitana-, ciudadanos de sangre africana, Chapala y lo que sería digno del Titanic, El Hospicio Cabañas (ahora Instituto Cultural), Tren Ligero, birote, pozole y torgas ahogadas, primera película rodada en la ciudad, el poema de Borges al jarabe tapatío; y personajes como el arquitecto Luis Barragán, el escritor Juan Rulfo y el muralista José Clemente Orozco.
Entonces Guadalajara se encuentra en un llano entre montañas, en el Valle de Atemajac, y no es imposible el mar con oleaje bravo que presenta, no de agua porque no hay costas, de aconteceres que pasan a la historia y dan forma, figura y personalidad a la Perla de Occidente. García Ruvalcaba llegó a referir del libro como un gesto de amor por la ciudad. Y es que el amor era tanto y compartido que por ello invitó a conocidos y amigos a formar este tributo anecdótico.
Alrededor de 500 textos que no debieron superar las 200 palabras. Característica. De nuevo tributo manifestado con segunda edición, lo cual dice y aclara la respuesta de los interesados, pues como explica el coordinador “es para tapatíos y adoptados que quieran conocer la formación y conformación de Guadalajara”.
Recurrente fue escuchar de García Ruvalcaba “golosinas intelectuales”, por el placer de lo concreto y la degustación que el lector hará en cada texto.
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